Una de las características de la ciencia ficción es que nos presenta avances tecnológicos imposibles de desarrollar en la época en que determinadas películas o novelas del género fueron concebidas, sin embargo con el paso de los años hemos podido comprobar que mucha de esta tecnología no sólo se ha podido fabricar sino que forma parte ya de nuestra vida.
Los aficionados de Star Trek se quedaban con la boca abierta con unos curiosos artefactos capaces de hacer traducciones simultáneas. Cuando se emitía la serie, en el siglo pasado, que se dice pronto, uno se paraba a reflexionar si tal maravilla de la técnica llegaría a ver la luz algún día. Impensable dirían muchos.
Pero no. Una vez más la realidad supera a la ficción ya que Microsoft presentó al mundo hace unos años un innovador sistema capaz de derribar cualquier barrera idiomática.
Se trata de un software de traducción simultánea entre diferentes idiomas, que por un lado convierte tu voz en texto, luego lo traduce a otro idioma y finalmente lo convierte a voz; pero lo increíble de todo esto es que esta voz es la de la misma persona que habla en su idioma original, creando una “copia” de tu propio registro de voz en otro idioma.
Se trata de un prototipo y aún tiene que pulirse más (no quiero imaginar un proceso de paz entre dos países utilizando el invento a medio acabar).
También es inquietante el desarrollo de los deepfake de voz ya que si añadimos estos a los deepfake faciales, en un corto plazo de tiempo, vamos a tener que verificar si lo que acabamos de ver y oír es realmente lo que acabamos de ver y oír. ¿ Cómo es posible que esa persona haya dicho eso? Si ya dudamos actualmente… dudaremos más.
Volviendo al software de traducción, es innegable el abanico de posibilidades que nos podrá ofrecer; aunque en un principio pueda parecer que intérpretes y empresas de traducción se puedan ver amenazadas por este software, es muy probable que suceda justamente lo contrario ya que una máquina eso sólo eso, fríos datos que difícilmente pueden entrar en el terreno de los matices y usos del lenguaje que sólo un ser humano es capaz de interpretar. Así pues, cuanto más se usen estos sistemas, mayor será la necesidad de requerir los servicios de una persona para asegurar que la máquina no se ha equivocado.
La tecnología está para complementar y ofrecer ayuda al ser humano, pero nunca lo debería sustituir, más nos vale.
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